Diva está con su
segundo celo, este lo llevamos mejor, pues entre la colonia de la perrita
(especial celos) y que separamos la terraza en dos para estas circunstancias,
se ven solo para comer. A veces los dejo cazar, eso bajo vigilancia extrema (no
les quito el ojo de encima) le tienen la guerra declarada a los lagartos que se
cuelan en la terraza y da gusto ver como los cazan, la Diva se pasa horas acechándolos
y se olvidan del celo y demás……..
Los llevamos a la
playa, pero si no es por despiste, no se meten en el agua.
Si no hace mucho
calor, nos vamos a pasear al Monte de la Esperanza, caminamos durante dos o
tres horas, paramos a comer por el camino y se quedan tranquilitos (más bien dormidos) en el coche, eso sí bajo
supervisión constante, pues hoy en día no se sabe que puede pasar. Y cuando
llegamos a casa, bañito y a descansar, y por supuesto estas fotos.
¡¡¡A que siguen guapísimos!!!